Todos en nuestra vida estudiantil aprendimos lecciones de nuestros profesores que nos ayudaron a crecer de manera profesional; esas lecciones que al final de mes se nos califican para ver cuánto habíamos aprendido sobre el tema.
Pero qué pasa con las que aprendimos en un salón de clase, las lecciones que de manera indirecta nos daban nuestros profesores y compañeros, que no se evaluaban pero también nos ayudaban en nuestro crecimiento personal.
Las que te hacían pasar una rabieta cuando te regresaban un trabajo o cuando no te dejaban hacer equipo con tus amigos y que tal cuando te tocaba trabajar con la persona que no te agradaba.
A continuación una lista de lo que yo aprendí que mis profesores no me enseñaron:
Nunca juzgues a una persona por su comportamiento, esa persona puede traer muy buenas ideas que aportar y las personas que creemos que saben mucho a veces no saben nada.
Con esto me refiero a aquello que más nos dolía que era cuando el profesor decía “van a trabajar en equipos pero yo los formaré” esto sin duda es como un gancho al hígado, pero la verdad nos ayuda bastante en el ámbito profesional. ya que nos prepara para en un futuro poder trabajar con cualquier tipo de persona.
No hacer las cosas por hacerlas y siempre dejar lo mejor en ellas, y conocer de que somos capaces. Con esto me refiero a las ocasiones en las que sólo copiamos y pegamos tareas.
Nunca esperes que cuando realices un trabajo se te reconozca. A veces la satisfacción personal es la que cuenta.
Con esto me refiero a que aprendí a reconocer que existen más ideas y que no siempre se tiene que acertar en todo, toda idea se puede mejorar con alguna otra y crear algo mucho mejor a lo pensado.
Creo que todos pasamos por esto, el aprender lecciones que no vienen en los libros; lecciones que a veces no sabemos apreciar en el momento y que nos ayudan a formarnos como personas y profesionistas.
Las opiniones expresadas en el presente artículo pueden o no representar las ideas ni la filosofía de ROJOAdvertising. La responsabilidad del contenido recae en el autor.